martes, 12 de enero de 2010

Prólogo del Espíritu Eterno

Cuando comencé a escuchar pinceladas sobre el libro y tuve que empezar a leerlo, no estaba realmente interesada ni me resultaba apetecible o atrayente su lectura o contenido. Pero si algo es cierto en esta vida, es que las apariencias engañan. No puede juzgar nada una hasta que lo comprueba o vive. ¿Por qué cual fue mi sorpresa?
Descubrir una obra completamente distinta a la imaginada. Una obra que te embriaga por su misterioso contenido, que te hace sentir cercano en cuanto a expresionesm que te enriquece en cuanto a hechos y términos y que te atrapa sin saber como.

Su protagonista, te lleva a sentir o identificarte con infinidad de sensaciones y sentimientos, a contradecirte frente a suposiciones planteadas, a marearte y enseñarte en diversas circunstancias...sin duda es un personaje peculiar y de lo más interesante para cualquier lector.

Como dice su autora, el libro engloba tres vertientes: una histórica (por su trama y época), una psicológica (debido a la carga de sentimientos y vivencias) y una pedagógica (fomento de la lectura).

Sin duda, el Espíritu Eterno quiere despertar el interés del lector, atraer la atención ante preguntas trascendentales y hechos ocultos y misterios. Quiere dejar una ventana abierta hacia el binomio verdad-ficción/ficción-verdad.

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